Preguntas de investigación:
¿Cuáles
son los distintos tipos de violencia infantil que existen y cuales son
características?
¿Por qué no se ha erradicado la violencia infantil hasta la fecha?
¿De qué manera podemos actuar ante una persona violenta?
Problema: Con la violencia infantil se generan una serie de
problemas; los cuales pueden causar un gran daño físico y psicológico a los
niños y niñas lo que trae consecuencias graves a la hora de desempeñarse en las
actividades escolares y sociales, por tal motivo como futuros docentes es
importante detectar estos tipos de problemas en los alumnos para buscar
soluciones y actuar de una manera diferente para atender esto.
Hipótesis: la
violencia infantil es el detónate para tener un alumno con problemas de
conducta, por tal motivo se considera necesario detectar estas situaciones para
actuar de una manera adecuada, precisa y así llegar a una solución y a la
fuente del problema.
Propósito
de la investigación: saber de qué manera podemos actuar ante un
alumno violento o/y con problemas de
conducta.
JUSTIFICACION DEL
TEMA:
Recordemos que
nacemos dentro de una familia
y por lo tanto
en ella aprendemos las
primeras actitudes y habilidades
para la vida.
Pero en el
transcurso de nuestra labor como
docente encontramos problemas que
afectan nuestra enseñanza- aprendizaje, encontramos niños
con conductas no apropiadas
a su edad,
afectando su desarrollo integral.
Investigando
encontramos numerosas formas de
violencias que se relacionan con
estas y en
gran medida las encontramos
en instituciones educativas, éste es uno
de los
principales problemas que
vivimos en la sociedad.
La carencia de
educación integral oportuna
de estos infantes es
responsabilidad de los padres
que inconscientemente están
dañando a sus
hijos con su
conducta, al no
detectar esos
comportamientos.
El
docente es un
mediador, primero para
detectar el problema,
segundo corregirlo con el
apoyo de sus
padres o el personal del
plantel educativo, el docente debe
realizar una vez
detectado , una pronta
intervención en este problema.
He aquí
donde nosotros como
docentes debemos desarrollar
un plan de mejora para
promover las relaciones
armónicas en la familia en
donde prevalezca la confianza,
el afecto, y la seguridad
dentro de estos
hogares. Ya que
tenemos información de
esto y que
las escuelas ahora
tienen el compromiso de atender, prevenir y tratar
de erradicar estos tipos
de violencia, nosotros nos enfocaremos en concientizar a los padres de
familia sobre la violencia y la forma en la que repercute sobre sus hijos, para
ello fue necesario
realizar una encuesta,
platicas con padres
de familia, visitas domiciliarias, que nos llevarán a la
realización de un curso – taller
abordando este tema, por lo que es necesario
comprometernos con responsabilidad para
abordarlo y llevarlo
a cabo por el
bien de
nuestros alumnos y la sociedad.
Marco
teórico
El
maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto
los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o
psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o
de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de
pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
Magnitud del problema
El
maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que pueden
durar toda la vida. No hay estimaciones fiables de la prevalencia mundial del
maltrato infantil, pues no hay datos acerca de la situación existente en muchos
países, especialmente los de ingresos bajos y medianos.
El
maltrato infantil es complejo y su estudio resulta difícil. Las estimaciones
actuales son muy variables, dependiendo del país y del método de investigación
utilizado. Dichas estimaciones dependen de:
- las definiciones de maltrato infantil
utilizadas;
- el tipo de maltrato infantil estudiado;
- la cobertura y la calidad de las
estadísticas oficiales;
- la cobertura y la calidad de las
encuestas basadas en los informes de las propias víctimas, los padres o
los cuidadores.
De
cualquier modo, los estudios internacionales revelan que aproximadamente un 20%
de las mujeres y un 5 a 10% de los hombres manifiestan haber sufrido abusos
sexuales en la infancia, mientras que un 25 a 50% de los niños de ambos sexos
refieren maltratos físicos. Además, muchos niños son objeto de maltrato
psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención.
Se
calcula que cada año mueren por homicidio 31 000 menores de 15 años. Esta cifra
subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una importante
proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuyen
erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas.
En
situaciones de conflicto armado y entre los refugiados, las niñas son especialmente
vulnerables a la violencia, explotación y abusos sexuales por parte de los
combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad, trabajadores de
la asistencia humanitaria y otros.
Consecuencias del maltrato
El
maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y
puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a
trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés
pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En
consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor
riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:
- actos de violencia (como víctimas o
perpetradores);
- depresión;
- consumo de tabaco;
- obesidad;
- comportamientos sexuales de alto riesgo;
- embarazos no deseados;
- consumo indebido de alcohol y drogas.
A
través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato
puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las
infecciones de transmisión sexual.
Más
allá de sus consecuencias sanitarias y sociales, el maltrato infantil tiene un
impacto económico que abarca los costos de la hospitalización, de los
tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la
infancia y los costos sanitarios a largo plazo.
Factores de riesgo
Se
han identificado varios factores de riesgo de maltrato infantil. Aunque no
están presentes en todos los contextos sociales y culturales, dan una visión
general que permite comprender las causas del maltrato infantil.
Factores del niño
No
hay que olvidar que los niños son las víctimas y que nunca se les podrá culpar
del maltrato. No obstante, hay una serie de características del niño que pueden
aumentar la probabilidad de que sea maltratado:
- la edad inferior a 4 años y la
adolescencia;
- el hecho de no ser deseados o de no
cumplir las expectativas de los padres;
- el hecho de tener necesidades
especiales, llorar mucho o tener rasgos físicos anormales.
Factores de los padres o cuidadores
Hay
varias características de los padres o cuidadores que pueden incrementar el
riesgo de maltrato infantil, entre ellas:
- las dificultades para establecer
vínculos afectivos con el recién nacido;
- el hecho de no cuidar al niño;
- los antecedentes personales de maltrato
infantil;
- la falta de conocimientos o las
expectativas no realistas sobre el desarrollo infantil;
- el consumo indebido de alcohol o drogas,
en especial durante la gestación;
- la participación en actividades
delictivas;
- las dificultades económicas.
Factores relacionales
Hay
diversas características de las relaciones familiares o de las relaciones con
la pareja, los amigos y los colegas que pueden aumentar el riesgo de maltrato
infantil, entre ellas:
- los problemas físicos, mentales o de
desarrollo de algún miembro de la familia;
- la ruptura de la familia o la violencia
entre otros miembros de la familia;
- el aislamiento en la comunidad o la
falta de una red de apoyos;
- la pérdida del apoyo de la familia
extensa para criar al niño.
Factores sociales y comunitarios
Hay
diversas características de las comunidades y las sociedades que pueden
aumentar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas:
- las desigualdades sociales y de género;
- la falta de vivienda adecuada o de
servicios de apoyo a las familias y las instituciones;
- los niveles elevados de desempleo o
pobreza;
- la disponibilidad fácil del alcohol y
las drogas;
- las políticas y programas insuficientes
de prevención del maltrato, la pornografía, la prostitución y el trabajo
infantiles;
- las normas sociales y culturales que
debilitan el estatus del niño en las relaciones con sus padres o fomentan
la violencia hacia los demás, los castigos físicos o la rigidez de los
papeles asignados a cada sexo;
- las políticas sociales, económicas,
sanitarias y educativas que generan malas condiciones de vida o
inestabilidad o desigualdades socioeconómicas.
Prevención
La
prevención del maltrato infantil requiere un enfoque multisectorial. Los
programas eficaces son los que prestan apoyo a los padres y les aportan
conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos. Entre ellos se
encuentran:
- las visitas domiciliarias de enfermeras
para ofrecer apoyo, formación e información;
·
la formación de los padres, generalmente en
grupos, para mejorar sus aptitudes para criar a los hijos, mejorar sus
conocimientos sobre el desarrollo infantil y alentarlos a adoptar estrategias
positivas en sus relaciones con los hijos, y
- las intervenciones con múltiples
componentes, que generalmente incluyen el apoyo a los padres y su formación,
la educación preescolar y la atención al niño.
Otros
programas preventivos prometedores son:
- los destinados a prevenir los
traumatismos craneoencefálicos por maltrato. Generalmente se trata de
programas hospitalarios mediante los cuales se informa a los nuevos padres
de los peligros de zarandear a los niños pequeños y de cómo afrontar el
problema de los niños con llanto inconsolable.
- los destinados a prevenir los abusos
sexuales en la infancia. Generalmente se realizan en las escuelas y les
enseñan a los niños:
- la propiedad de su cuerpo;
- las diferencias entre los contactos
normales y los tocamientos impúdicos;
- cómo reconocer las situaciones de
abuso;
- cómo decir "no";
- cómo revelar los abusos a un adulto en
el que confíen.
Estos
programas son eficaces para reforzar los factores de protección frente al abuso
sexual en la infancia (por ejemplo, el conocimiento del abuso sexual y los
comportamientos protectores), pero no hay pruebas de que reduzcan otros tipos
de abusos.
Cuanto
antes se producen estas intervenciones en la vida del niño mayores son los
beneficios que le pueden aportar a él (por ejemplo, desarrollo cognitivo,
competencias conductuales y sociales, logros educacionales) y a la sociedad
(por ejemplo, reducción de la delincuencia).
Además,
el reconocimiento precoz de los casos y la asistencia continua a las víctimas y
sus familias pueden ayudar a reducir la recurrencia del maltrato y a paliar sus
consecuencias.
Para
maximizar los efectos de la prevención y la atención, la OMS recomienda que las
intervenciones se realicen en un marco de salud pública y en cuatro fases:
- definición del problemas;
- identificación de las causas y los
factores de riesgo;
- creación y puesta a prueba de
intervenciones destinadas a minimizar los factores de riesgo, y
- difusión de información sobre la
eficacia de las intervenciones y expansión de la aplicación de las
intervenciones de eficacia demostrada.
Las
causas del maltrato infantil
Los
estudiosos del tema del maltrato infantil han tratado de explicar su aparición
y mantenimiento utilizando diversos modelos, así tenemos: el modelo
sociológico, que considera que el abandono físico es consecuencia de
situaciones de carencia económica o de situaciones de aislamiento social
(Wolock y Horowitz, 1984); el modelo cognitivo, que lo entiende como una
situación de desprotección que se produce como consecuencia de distorsiones
cognitivas, expectativas y percepciones inadecuadas de los
progenitores/cuidadores en relación a los menores a su cargo (Larrance, 1983);
el modelo psiquiátrico, que considera que el maltrato infantil es consecuencia
de la existencia de psicopatología en los padres (Polansky, 1985); el modelo
del procesamiento de la información, que plantea la existencia de un estilo
peculiar de procesamiento en las familias con menores en situación de abandono
físico o negligencia infantil (Crittender, 1993); y por último el modelo de
afrontamiento del estrés, que hace referencia a la forma de evaluar y percibir
las situaciones y/o sucesos estresantes por parte de estas familias (Hilson y
Kuiper, 1994).
En
la actualidad el modelo etiopatogénico que mejor explica el maltrato infantil,
es el modelo integral del maltrato infantil. Este modelo considera la
existencia de diferentes niveles ecológicos que están encajados unos dentro de
otros interactuando en una dimensión temporal. Existen en este modelo factores
compensatorios que actuarían según un modelo de afrontamiento, impidiendo que
los factores estresores que se producen en las familias desencadenen una
respuesta agresiva hacia sus miembros. La progresiva disminución de los
factores compensatorios podría explicar la espiral de violencia intrafamiliar
que se produce en el fenómeno del maltrato infantil. Entre los factores
compensatorios se señalan: armonía marital, planificación familiar,
satisfacción personal, escasos sucesos vitales estresantes, intervenciones
terapéuticas familiares, apego materno/paterno al hijo, apoyo social, buena
condición financiera, acceso a programas sanitarios adecuados, etc. Entre los
factores estresores se cuentan: historia familiar de abuso, disarmonía
familiar, baja autoestima, trastornos físicos y psíquicos en los padres,
farmacodependencia, hijos no deseados, padre no biológico, madre no protectora,
ausencia de control prenatal, desempleo, bajo nivel social y económico,
promiscuidad, etc.
Consecuencias
del maltrato infantil
- Intensidad y frecuencia del maltrato.
- Características del niño (edad, sexo,
susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales, etc).
- El uso o no de la violencia física.
- Relación del niño con el agresor.
- Apoyo intrafamiliar a la víctima
infantil.
- Acceso y competencia de los servicios de
ayuda médica, psicológica y social.
En
los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan repercusiones
negativas en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño.
Así como pesadillas y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida,
pérdidas del control de esfínteres, deficiencias psicomotoras, trastornos
psicosomáticos.
En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.
Diversos
estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la siguiente. De
forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato
en la etapa adulta.
Prevención
del maltrato infantil y actuación del pediatra.
Los
pediatras, al ser los profesionales de salud que están en mayor contacto con
los niños, son los llamados a realizar la prevención del maltrato infantil,
además de establecer diagnósticos y junto con un equipo multidisciplinario
colaborar en su tratamiento.
Los
pediatras se encuentran en una posición favorable para detectar niños en
situación de riesgo (sobre todo en menores de 5 años, la población más
vulnerable), a partir de esta edad los maestros comienzan a tener un papel
principal en la prevención y diagnóstico.
La
prevención del maltrato infantil se establece en tres niveles:
Prevención
Primaria: dirigida a la población general con el objetivo de
evitar la presencia de factores estresores o de riesgo y potenciar los factores
protectores del maltrato infantil.
Se
incluyen:
- Sensibilización y formación de
profesionales de atención al menor.
- Intervenir en la psicoprofilaxis
obstétrica (preparación al parto).
Intervenir en las escuelas para padres, promoviendo valores de estima hacia la infancia, la mujer y la paternidad. - Prevenir el embarazo no deseado,
principalmente en mujeres jóvenes, mediante la educación sexual en centros
escolares y asistenciales.
- Búsqueda sistemática de factores de
riesgo en las consultas de niño sano. Así como evaluar la calidad del
vínculo afectivo padres-hijos, los cuidados del niño, actitud de los
padres en la aplicación del binomio autoridad-afecto.
- Intervenir en las consultas y exponer
los derechos de los niños y la inconveniencia de los castigos físicos.
Ofrecer la alternativa de la aplicación del castigo conductual.
- Identificar los valores y fortalezas de
los padres, reforzando su autoestima.
Prevención
Secundaria: dirigida a la población de riesgo con el
objetivo de realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento inmediato.
Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los factores protectores.
Se
incluyen:
- Reconocer situaciones de maltrato infantil,
estableciendo estrategias de tratamiento.
- Reconocer situaciones de violencia
doméstica o de abuso a la mujer y buscar soluciones.
- Reconocer las conductas paternas de
maltrato físico o emocional, considerando la remisión de la familia a una
ayuda especializada en el manejo de la ira y la frustración.
- Remitir a centros de salud mental a
padres con adicción a alcohol y drogas.
Prevención
Terciaria: consiste en la rehabilitación del maltrato
infantil, tanto para los menores víctimas como para los maltratadores. Para
ello se debe disponer de un equipo interdisciplinario (pediatras, psiquiatras,
psicólogos, trabajadores sociales, orientadores familiares, terapeutas, jueces
de menores, cuerpos policiales, etc.).
PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL MALTRATO INFANTIL
Diversos historiadores coinciden
en señalar que durante siglos los niños fueron criaturas muy susceptibles al
abuso parental e incluso medidas más drásticas aún. Durante siglos los niños eran
vistos como propiedad de los padres o del estado, por ejemplo la ley romana le adjudicaba pleno poder al padre sobre el destino
de su hijo: este podía matarlos, venderlos u ofrecerlos en sacrificios.
El infanticidio era materia muy común y rutinaria en países tales como Egipto,
Grecia, Roma, Arabia y China. En la edad media la situaciónno era mucho mejor, en muchas ciudades de Europa la
pobreza era tal que los niños se convertían en un gasto oneroso para los padres, lo que motivaba a muchos de estos
a abandonarlos o mutilarlos. Durante la revolución industrial, los niños de
padres que provenían de estratos bajos de la sociedad, solían ser obligados
a trabajar en tareas pesadas. Frecuentemente estos eran
golpeados, no se les daba de comer o se les sumergía en barriles de agua fría
como castigo de no trabajar con más rapidez y afán.
A finales del siglo XVIII
comienzan a notarse ligeros cambios que conducen al reconocimiento de los daños
psicológicos de este tipo de abuso. En 1959 se establece la declaración de los derechos del niño, y en 1989 la convención de los derechos del niño, dichas normas recogen los principios
mínimos que deben ser garantizados a las personas menores de 18 años. Así la
preocupación por los derechos del niño transciende la preocupación local e interno y se ha convertido en los últimos años en una
preocupación internacional. En 1962 la temática del maltrato infantil comenzó a ser estudiado de una manera sistemática, en este año Kempe y colaboradores
delinearon las características clínicas y las repercusiones de lo que ellos
llamaron "el síndrome del niño maltratado". Es aquí cuando realmente se inicia la investigación rigurosa de
uno de los tipos de abuso más repulsivos y frecuentes que se da dentro del seno del hogar.
En nuestro país el maltrato infantil constituye un tema
de interés creciente, lo que ha motivado el surgimiento de
diversas iniciativas en ámbitos diversos, que incluyen aspectos legales,
sociales, médicos - asistenciales y psicológicos entre otros. Actualmente
es muy difícil tener datos de la prevalecía del maltrato infantil, ya que
solo se llegan a conocer datos parciales de casos que llegan a los
hospitales y aljuzgado de menores, los cuales por lo general, son de
extremo gravedad.
Dimensión del Problema
El maltrato infantil es un problema escondido en muchos países, debido a que no se cuenta con datos ya que el tema está cargado devergüenza y negación. No obstante, el maltrato infantil es un problema en los países tanto desarrollados
como en desarrollo.
Son muchas las razones que
inducen a creer que el maltrato y descuido de menores se tornará todavía más común a medida que los países hacen la transición de economías reglamentadas a economías de mercado
más abiertas y con menos estructuras para el bienestarsocial. Debido a que el crecimiento urbano recarga los servicios médicos y sociales ; debido a que las mujeres ingresan al mercado de trabajocada vez en mayor número ; y debido a que por diversas causas más familias se ven
desplazadas se sus hogares y su entorno cultural.
Este problema se presenta a lo
ancho y largo de nuestro país, cualquier niño sin discriminación de edad, sexo o condición
socioeconómica puede ser víctima de maltrato infantil en cualquiera de sus formas.
En nuestro país no se registran estadísticas ni estimaciones confiables sobre las diversas formas de violencia doméstica hacia los niños y adolescentes, por lo que nuestra realidad actual no nos permite manejar datos cuantitativos representativos sobre el maltrato físico o el abuso sexual.
Las estadísticas mundiales
revelan que más del 60% de los niños que sufren maltrato pertenecen a la edad
escolar, a pesar de ello sólo entre el 5 y el 15% de los casos denunciados
provienen de maestros, profesores o docentes del sistema educativo en general.
En el ámbito escolar en particular los obstáculos que impiden la denuncia incluyen entre otros: falta de información suficiente para saber como detectar y denunciar casos de maltrato; temor a las posibles ramificaciones legales que pueda traer aparejada la denuncia o a las consecuencias.
Caracterizaciones del Maltrato infantil
Un grupo importante de padres que maltrata o abusa de sus hijos han padecido en su infancia falta de afecto y maltrato. Esto suele asociarse a una insuficiente maduración psicológica para asumir el rol de crianza, inseguridad y perspectivas o expectativas que no se ajustan a lo que es de esperar en cada etapa evolutiva de sus hijos. Como señala Kempe, estas características psicológicas en sus padres, son un importante potencial de maltrato. De tal forma que cualquier pequeño hecho de la vida cotidiana, todo comportamiento del niño que se considere irritante, si encuentra a su progenitor en situación de crisis, con escasas defensas anímicas y con dificultades para requerir apoyo externo, pueden desatar la violencia.
1. La repetición de una generación a otra de una
pauta de hechos violentos, negligencia o privación física o emocional por parte de sus padres.
2. El niño es considerado indigno de ser amado o es desagradable, en tanto las
percepciones que los padres tienen de sus hijos no se adecuan a la realidad que los niños son, además, consideran que el castigo físico es un método apropiado para "corregirlos" y llevarlos
a un punto mas cercano a sus expectativas.
3. Es más probable que los malos tratos tengan lugar
en momentos de crisis. Esto se asocia con el hecho de que muchos padres
maltratantes tienen escasa capacidad de adaptarse a la vida adulta.
4. En el momento conflictivo no hay líneas de comunicación con las fuentes externas de las que podrían recibir apoyo. En general estos padres tienen dificultades para pedir ayuda a
otras personas. Tienden a aislarse y carecen de amigos o personas de confianza
Causas y Efectos del Menor Maltratado
Causas
1. Se presenta cuando el agresor en su infancia fue agredido por sus padres o tutores, de la misma forma
que lo hace ahora con sus hijos, en donde estos pueden llegar a convertirse en adultos sin afecto.
3. Por problemas de salud en los primeros años de
vida del menor.
5. Por desempleo.
6. Desintegración familiar y falta de comunicación.
7. Familias extensas o numerosas.
8. Por lo general la agresión hacia los menores es por parte de la madre debido a que pasa mayor tiempo con estos.
9. Embarazos no deseados.
Efectos
1. Además de lesiones, cicatrices de diferentes
épocas que han tornado al niño temeroso y suspicaz, encontramos una
dificultad para establecer relaciones interpersonales profundas y estables.
2. Los sentimientos de estima personal no se desarrollan adecuadamente toda vez que se
acepta el maltrato como algo que se merece por sus incapacidades.
3. Ante el maltrato los niños pueden responder con
un comportamiento pasivos de aceptación, se les observa tristes y
sumisos, o con uncomportamiento rebelde y agresivo, esta agresividad suele dirigirse a
otros niños.
4. A nivel intelectual estos niños suelen presentar un retardo en su desarrollo y dificultades en el aprendizaje, esto es resultado de una pobre estimulación o desinterés de los
padres en la educación de su hijo y, en parte, por temor del niño
maltratado frente a las consecuencias de un nuevo posible error o
fracaso.
TIPOS DE MALTRATO
Existen diferentes tipos de
maltrato, definidos de múltiples formas, nosotros hemos seleccionado los siguientes:
Maltrato físico
Se define como maltrato físico a cualquier lesión física infringida al niño/a
(hematomas, quemaduras, fracturas, u otras lesiones) mediante pinchazos, mordeduras, golpes, tirones de pelo, torceduras, quemaduras, puntapiés u otros medios con que se lastime el niño.
En la definición del maltrato infantil es necesario recalcar el carácter intencional, nunca accidental, del daño o de los actos de omisiónllevadas a cabo por los responsables del cuidado del niño/a, con el propósito de lastimarlo o injuriarlo.
Aunque el padre o adulto a cargo puede no tener la intención de lastimar al niño, también se interpreta como maltrato a la aparición decualquier lesión física arriba señalada que se produzca por el empleo de algún
tipo de castigo inapropiado para la edad del niño/a.
A diferencia del maltrato físico el castigo físico se define como el empleo de la fuerza física con intención de causar dolor, sin lesionar, con el propósito
de corregir o controlar una conducta. No siempre es sencillo saber cuando termina el "disciplinamiento" y comienza
el abuso. En contraposición con el maltrato físico, el castigo corporal
es una práctica muy difundida y socialmente aceptada. A pesar de ello,
constituye una violación de los derechos fundamentales como personas, es un atentado contra su dignidad y autoestima, es una práctica peligrosa
porque puede causar daños graves a los niños y constituye siempre una
forma de abuso psicológico que puede generar estrés y depresiones. Los niños que sufren este tipo
de castigo tienden a reproducir comportamientos antisociales y a convertirse en
adultos violentos.
Las estadísticas acerca del maltrato físico de los niños son alarmantes. Se estima que cientos
de miles de niños han recibido abuso y maltrato a manos de sus padres o
parientes. Miles mueren. Los que sobreviven el abuso, viven marcados por
el trauma emocional, que perdura mucho después de que los
moretones físicos hayan desaparecido. Las comunidades y las cortes de justicia reconocen que estas Adheridas emocionales ocultas
pueden ser tratadas. El reconocer y dar tratamiento inmediato es importante para minimizar los efectos a largo
plazo causados por el abuso o maltrato físico.